jueves, 26 de febrero de 2015

La Industria, motor de la vida futura de Euskadi

(Un artículo de Sabin Azua, Socio Director de B+I Strategy.)

La prolongada duración de la crisis económica en que estamos sumergidos en Europa y en Euskadi en particular sus profundos impactos negativos en la vida de las personas  en términos de desempleo, pérdida de calidad de vida, deterioro de los niveles de igualdad social, etc., deben provocarnos una reflexión: ¿qué capacidad tiene nuestro país para desarrollar mecanismos de generación de riqueza que faciliten el desarrollo económico y la recuperación y mejora de los elementos de cohesión social?

Como bien establece el economista americano Paul Krugman “está totalmente demostrado que una sociedad con profundas desigualdades sociales es un elemento de permanente lastre al crecimiento, mientras que una adecuada política de distribución de las rentas constituye una base para una economía más competitiva”. Afirma asimismo que “no hay ninguna evidencia que demuestre que haciendo más ricos a los ricos se produzca un enriquecimiento del Territorio en su conjunto, hecho que si se produce cuando mejoramos las rentas de la población más necesitada”.

Múltiples fuentes del mundo económico demuestran que los países y regiones donde se producen menores niveles de desigualdad social obtienen los mayores niveles de crecimiento sostenido y duradero. Esta situación ha presidido toda la actuación de las administraciones vascas en los últimos años. No nos descubre nada que no sepamos en nuestra sociedad – cuyo rasgo distintivo es precisamente éste -, pero ratifica que el camino que debe seguir Euskadi en su apuesta por el futuro deberá cimentarse en esta premisa.

Soy consciente que la vida de  muchas personas y familias de nuestro país se ha deteriorado notablemente, que vivimos situaciones de injusticia, pero creo que es necesario destacar como elemento claramente positivo que, según un estudio de  EHU-UPV, realizado siguiendo metodología de la Unión Europea, Euskadi se situaría en segundo lugar a nivel europeo (sólo superado por Suecia) entre los países con menor nivel de desigualdad social.

Nuestra apuesta estratégica básica como nación es situarnos al frente de esa clasificación. Hoy más que nunca necesitamos volver a apostar por la generación de riqueza, la solidaridad, la instrumentalización de mecanismos de desarrollo futuro, el reparto equitativo de las rentas, y una educación de calidad. Solamente con el esfuerzo compartido y la generosidad de nuestras actuaciones podremos sortear los vericuetos de la difícil situación económica.

Creo firmemente que para avanzar en esta profundización de nuestra competitividad, debemos combinar adecuadamente la generación de riqueza y la cohesión social. La batalla por reducir las desigualdades sociales no se gana simplemente elevando el gasto social y promoviendo la redistribución de la renta, sino que se apoya – en primer término – en la generación de riqueza en el territorio. Para mí, ésta es la primera de las políticas sociales.

La apuesta central de nuestro país en cuanto a mecanismos de generación de riqueza es la potenciación de la competitividad de nuestra Industria. La importancia del sector industrial ha sido reconocida por las economías más avanzadas, acrecentándose su relevancia en el momento económico que vivimos. Hemos caído en la cuenta que cuando se pierde la pujanza industrial es terriblemente complicado reconstruir esa capacidad. Aquellos países que mejor se están recuperando de la crisis son los que cuentan con una economía basada en una industria orientada hacia la inserción internacional de productos de valor añadido.

El nuevo escenario en el que se moverán nuestras empresas industriales tendrá que hacer frente a importantes y numerosos retos: creciente complejidad de la competencia internacional,  incorporación de empresas provenientes de los llamados países emergentes y los BRICs, la configuración de nuevos espacios de competencia en cada uno de los mercados, la tendencia al fortalecimiento de la industria en muchos países como eje central de competitividad, la presencia de nuevas pautas de comportamiento más centradas en el proteccionismo, la necesidad de crear valor en economías con unos niveles de desempleo elevados, etc.

Por todo ello debemos seguir avanzando para situar a la empresa en el centro del modelo de desarrollo económico y social de nuestro país. La empresa constituye el espacio natural para la generación de riqueza, promueve la mayoría de la I+D que se realiza, es el ámbito natural para el desarrollo personal y profesional de un número significativo de personas del territorio, dinamiza la creación de empleo sostenible, produce bienes y servicios necesarios, etc.

Como he comentado previamente el camino para mantener la tensión competitiva de nuestras empresas es complicado dados los innumerables retos señalados.

En Euskadi partimos de una posición adecuada para afrontar este reto. Debemos completar nuestra apuesta por la industria potenciando algunos de nuestros rasgos y capacidades diferenciales: la capacidad de industrializar procesos, la construcción de proyectos empresariales basados en/por las personas (sin parangón en Europa), la interacción cooperativa entre todos los agentes, las sinergias de la cercanía entre lo público y lo privado, o la creciente capacidad de interactuar internacionalmente.


Seamos conscientes que el País, o es industrial o no será. 

domingo, 22 de febrero de 2015

Las políticas de austeridad no están resolviendo el problema de la pobreza en Europa

Un informe 2015 sobre el impacto de la crisis, preparado por Social Justice Ireland para Caritas Europa, revela preocupantes niveles de pobreza y privaciones en los siete países de la UE más duramente golpeados por la crisis económica: Chipre, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Rumania y España.
La UE y sus Estados miembros siguen abordando la crisis centrándose,  principalmente, en las políticas económicas y, sobre todo, en los gastos de las políticas sociales. Como resultado de ello, la puesta en  marcha de estas políticas está teniendo un impacto devastador en la población europea, en particular en estos siete países más afectados. La incapacidad de la UE y de sus Estados miembros a la hora de prestar apoyo concreto y con el alcance necesario a las personas con dificultades, de proteger los servicios públicos esenciales y de crear empleo contribuirá a una prolongación de la crisis.
El informe, titulado "Pobreza y desigualdades al alza: La única solución que se necesita son sistemas sociales" (sólo disponible en inglés), es la tercera edición anual de una serie de análisis en profundidad realizados por Caritas Europa sobre las repercusiones que las políticas de austeridad están teniendo en los ciudadanos de la UE, en los que también se constata el creciente número de personas que luchan contra pobreza y la exclusión social.

El Informe describe una Europa injusta, en la que el riesgo social va en aumento, los sistemas sociales están siendo reducidos, y las personas y las familias están bajo presión. Muestra una Europa donde la cohesión social está desvaneciéndose y donde la confianza de las personas en las instituciones políticas se está debilitando cada vez más. Esto genera, a largo plazo, un riesgo cada vez mayor para Europa.
Con este Informe, Caritas Europa cuestiona duramente el discurso oficial, que sugiere que lo peor de la crisis económica ha terminado. Pero la crisis no ha remitido y las opciones políticas actuales están teniendo un impacto extremadamente negativo en las personas vulnerables.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
El Informe muestra claramente cómo --después de 6 años de crisis económica-- los pobres siguen pagando por una crisis que no causaron. Los pobres son más pobres.
Sus conclusiones se basan en los testimonios de vida de los que son testigos las distintas Caritas europeas  a través de su trabajo con los pobres. Entre estas constataciones cabe destacar:
• Las políticas de priorizar la austeridad no funcionas para Europa. Caritas Europa propone adoptar varias soluciones alternativas.
• Existen graves deficiencias en los sistemas de bienestar social de muchos países europeos, entre ellos los países examinados en este informe.
• El  nuevo enfoque debe ser multisectorial para situar a Europa en un nuevo rumbo y cumplir las promesas de la Europa Social.
• Sigue siendo necesario encontrar una solución justa a la crisis de la deuda, reconociendo que la conversión de la deuda bancaria en deuda soberana ha sido injusto para los países afectados.
Las autoridades tienen otras opciones y pueden decidir qué política utilizar y cuál es más conveniente, basando sus decisiones en la equidad y la justicia.
El Informe concluye con una serie de recomendaciones claras tanto para quienes son los principales responsables de la toma de decisiones como para las partes interesadas, junto con las instituciones comunitarias, las autoridades nacionales y regionales, y las organizaciones de la sociedad civil. Entre estas se incluyen:
Garantizar unos ingresos mínimos para todos: cada Gobierno nacional debe dotarse de un mecanismo para garantizar que todas las personas reciban ingresos suficientes para vivir con dignidad.
Evasión fiscal: es necesario abordar la evasión fiscal e introducir sistemas justos de fiscalidad para que todos los sectores de la sociedad, incluido el sector empresarial,  contribuyan con una cuota justa y para que, quienes puedan hacerlo, paguen más.

Como señala el español Jorge Nuño Mayer, secretario general de Caritas Europa, "creemos que este Informe contribuye a tomar una mayor conciencia sobre el impacto de la crisis en los grupos vulnerables. Hace una llamada a adoptar soluciones políticas alternativas y recuerda que los políticos tienen varias posibilidades cuando deciden qué medidas adoptar para paliar los peores efectos de la crisis. El mundo que documenta este informe no es justo. Y constata, además, que haber dado prioridad a las medidas de austeridad no ha solucionado la crisis, sino que ha causado problemas sociales que tendrán un impacto duradero". 

jueves, 19 de febrero de 2015

El Obispado de Bilbao organiza un Programa de Mentoring en el ámbito socio-económico

Según Belén Rodero, Delegada de Caridad y Justicia del Obispado de Bilbao, en el Programa “se trata de una iniciativa que pretende crear espacios de aprendizaje sobre algunas cuestiones del ámbito socio-económico: el liderazgo, la gestión de los conflictos laborales, el consumo, la igualdad...  a partir de la experiencia de creyentes, expertos en dichas cuestiones.”



En los distintos espacios participarán como mentores, los expertos Guillermo Dorronsoro, Juan Manuel Sinde, Jon Elordui, Angel Toña, Conchi Martín, Carlos Azkunse, Galo Bilbao, y Carlos Bargos.

El día 4 de marzo, a las 19 horas en Barria (Bilbao) se hará una presentación del programa y del equipo de mentores, y se conformarán los distintos grupos. Se invita a las personas interesadas a asistir.

Pueden leer la carta de Belén Rodero en castellano y en euskera aquí.



El Programa completo puede verse aquí.

jueves, 12 de febrero de 2015

La exclusión social se cronifica

En su edición del pasado domingo 8 de febrero el periódico DEIA publicaba un reportaje en el que Beatriz Sotillo entrevista a Carlos Bargos, director de Cáritas Bizkaia, Ana Sofia Telletxea responsable de Análisis y Desarrollo e Idoia Pérez de Mendiola responsable de Acción Social de base de Cáritas Bilbao, sobre la visión de los problemas y las necesidades de la sociedad vasca desde los servicios que componen el observatorio de Caritas.



Según dice el periódico al inicio del reportaje, “la crisis económica está cronificando y aumentando unas situaciones de precariedad social y material a las que las administraciones públicas y organizaciones como Cáritas tratan de poner remedio”.

En la entrevista, Carlos Bargos destaca que “las situaciones de pobreza no solo se están cronificando, sino que cada vez son más complejas”, y afirma que “Se suele decir que lo que indigna es la pobreza y no, lo que indigna es la desigualdad. Lo que duele es la desigualdad y muchos movimientos de voluntariado vienen de esa sensación de no hay derecho a esto”.


Ver el reportaje entero aquí.

domingo, 8 de febrero de 2015

DOS LIBROS INTERESANTES

Diseño de Políticas Sociales. Fundamentos, estructura y propuestas, de Fernando Fantova. (Ed.CCS. Madrid 2014)


El presente volumen recoge un conjunto de análisis y reflexiones sobre las políticas sociales. Su autor posee una dilatada trayectoria en el ámbito de los programas de bienestar social, como analista y estudioso de la teoría de la provisión social. El libro asume una aproximación a los temas tratados que Fernando denomina “universal, integral y comunitaria”, con la intención de aunar los intereses del mundo académico, dedicado al estudio de las políticas sociales, con el mundo político y técnico en el que se desenvuelven los agentes que protagonizan la adopción y aplicación de las de cisiones en materia de política social.

El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty. (Fondo de cultura económica de España. Madrid 2014)

Para Thomas Piketty, los debates intelectuales y políticos sobre la distribución de la riqueza se han alimentado sobre todo de grandes prejuicios y de muy pocos datos. En ese campo de batalla han convergido ideas sobre la igualdad entre los ciudadanos, el derecho de las personas a ser retribuidas conforme a sus méritos, la confianza en que el crecimiento económico mitiga de manera natural los contrastes entre los más favorecidos y los francamente abandonados, pero la información concreta, referida a un plazo largo y a diversas geografías, no se había empleado con suficiente rigor para entender cómo se acumula el patrimonio, qué consecuencias sociales tiene ese proceso y qué pueden hacer los Estados para enfrentarlo. El lector encontrará en estas páginas un muy detallado análisis de cómo se han distribuido el ingreso y la riqueza en el mundo, desde el siglo xviii y hasta nuestros días. A partir de una rica base de datos económicos de una veintena de países —disponible en línea para quien quiera profundizar en tal o cual asunto— y con certeras pinceladas literarias —Balzac y Austen sirven para dar ejemplos de cómo las sociedades han entendido su relación con el dinero—, Piketty hace un minucioso recorrido histórico y estadístico para identificar ciertos patrones en el proceso de acumulación del patrimonio en las principales economías. Para el investigador de la École de Economie de Paris, cada nación ha respondido de manera diferente a una ley básica del capitalismo, según la cual el rendimiento del capital suele ser superior, a veces por mucho, a la tasa de crecimiento de la economía, lo que puede estimular la concentración de la riqueza y agravar la inequidad; queda a los Estados decidir, individual o colectivamente, cómo influir en esa fuerza polarizante. El capital en el siglo XXI ha despertado animadas polémicas en prácticamente todo el orbe, en parte por reintroducir entre académicos, políticos, comentaristas y público en general la preocupación sobre las desigualdades sociales; en parte por su propuesta de establecer políticas fiscales de alcance global que moderen la disparidad — impuestos a la riqueza y a la herencia—; en parte por su visión amplia de lo que deben ser hoy las ciencias sociales, y en parte porque ofrece argumentos sólidos, frescos, para que gobiernos y sociedades combatan de manera frontal el flagelo de la desigualdad. Por todo ello, la de Piketty es hoy una voz imprescindible en los tiempos que corren.

jueves, 5 de febrero de 2015

Espiritualidad cristiana, luz del trabajo y la economía

 “Espiritualidad cristiana, luz del trabajo y la economía” es el tema de una conferencia impartida por Enrique Lluch (*) en la Diócesis de Valencia en la que intenta contestar a tres preguntas:

  1. ¿El cristianismo tiene mensaje económico?
  2. ¿La economía y nuestra fe son esferas independientes?
  3. ¿Se refuerzan mutuamente la espiritualidad cristiana y el quehacer económico?




Enrique Lluch Frechina es economista y dirige el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana en la que colaboran la Universidad CEU Cardenal Herrera, las Cáritas diocesanas de la Comunidad Valenciana y la Fundación FOESSA. Es Patrono y Director de Investigación y Publicaciones de la Fundación Europea para el Estudio y la Reflexión Ética (FUNDERÉTICA)


(Publicado en el blog de Enrique Lluch Frechina “Por una Economía más Humana”)

lunes, 2 de febrero de 2015

Qué debes comprar (y qué no) para que la humanidad no sea tan despreciable

En un artículo en El Confidencial con este título, Miguel Ayuso entrevista a las periodistas Laura Villadiego y Nazaret Castro en ocasión de la publicación de su libro Carro de combate. Consumir es un acto político, "con 20 informes pormenorizados que incluyen todo lo que debemos saber sobre nuestras adquisiciones más comunes."

Ver el artículo aquí