martes, 13 de enero de 2015

El capitalismo y la desigualdad analizados por el economista Thomas Piketty


Thomas Piketty es el autor del libro El capital en el siglo XXI cuya versión en español fue presentada recientemente por él mismo en Madrid. La periodista de El País, Alicia González, le dedicó un artículo el 11 de enero titulado ‘Piketty: “La mayor desigualdad la provoca el desempleo”. Antes ya ha habido otro artículo sobre el mismo libro en el mismo periódico, el 27 de noviembre de 2014, por el periodista Jesús Mota, bajo el título “Cuando el pasado devora el porvenir”, en el que dice que es un libro construido para suscitar debate, y en el que el autor usa los números para exponer su tesis sobre la desigualdad (de la distribución de la riqueza), y que es algo más que un estudio económico-histórico sobre la desigualdad en el capitalismo realmente existente, por contraposición al capitalismo de laboratorio que se estudia en los asépticos textos de sus apologetas menos dotados. Pero aunque sólo fuera eso, es decir, un análisis de una de las semillas de la desigualdad económica, la aportación de Thomas Piketty ya sería notable. Porque quien esté preocupado por el pensamiento económico percibe que los economistas se ocupan mucho de las supuestas recetas para curar disfunciones sistémicas (paro, inflación, deflación, estancamiento, recesiones), pero se aproximan con más renuencia al problema crucial de la desigualdad.” 

El libro está teniendo un gran éxito en el mundo. “En realidad, el éxito del libro revela la necesidad de una mayor democratización del debate económico, de permitir que la gente se forme su opinión y de incorporar a ese debate los problemas que realmente importan a la gente”, apuntaba Thomas Piketty en la presentación de su libro en Madrid, según cuenta Alicia González en su artículo. Y según la periodista, “la  gran aportación de Piketty a la historia económica es el exhaustivo trabajo llevado a cabo para recabar los datos sobre los que basa sus tesis. El economista francés ha utilizado la información tributaria facilitada por los propios individuos y no las encuestas sobre los ingresos de los hogares, uno de los métodos más utilizados para analizar la desigualdad. Ese sesgo, que no es nuevo, sí resulta especialmente útil para analizar la distribución entre las rentas más altas y permite al público en general comparar la evolución de sus ingresos con los de los más ricos.” 

Una librería online da la siguiente introducción al libro de Thomas Piketty:
Para Thomas Piketty, los debates sobre la distribución de la riqueza se han alimentado sobre todo de grandes prejuicios y de muy pocos datos. El lector encontrará en estas páginas un muy detallado análisis de cómo se han distribuido el ingreso y la riqueza en el mundo, desde el siglo xviii y hasta nuestros días. A partir de una rica base de datos económicos de una veintena de países y con certeras pinceladas literarias, Piketty hace un minucioso recorrido histórico y estadístico para identificar ciertos patrones en el proceso de acumulación del patrimonio en las principales economías. Para el investigador de la École d’Économie de Paris, cada nación ha respondido de manera diferente a una ley básica del capitalismo, según la cual el rendimiento del capital suele ser superior a la tasa de crecimiento de la economía, lo que puede estimular la concentración de la riqueza y agravar la inequidad; queda a los Estados decidir cómo influir en esa fuerza polarizante. “El nuevo libro del economista francés Thomas Piketty […] es un prodigio de honestidad. Otros libros de economía han sido éxitos de ventas, pero, a diferencia de la mayoría de ellos, la contribución de Piketty contiene una erudición auténtica. Y los conservadores están aterrorizados”. Paul Krugman (El País) “El argumento final de Piketty no es moral ni económico, sino político: concentraciones extremas de la riqueza como la que se dan en nuestras sociedades amenazan los valores de la meritocracia (es decir, de la economía de mercado) y de la justicia, y la cohesión social sobre la que se asientan las democracias. Lo que está en peligro es la democracia. […] Lo que sí es cierto es que las tesis de un científico social francés no habían influido tanto en el mundo anglosajón desde Alexis de Tocqueville”. Joaquín Estefanía (El País).

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