viernes, 28 de noviembre de 2014

Toda la documentación sobre el Informe FOESSA 2014

Caritas Bizkaia ha recopilado en su página web toda la documentación, entrevistas, vídeos, audios y hemeroteca de la que dispone sobre el informe FOESSA 2014.


Verla aquí 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Discursos del Papa Francisco en el Parlamento Europeo y en el Consejo Europeo

El Papa Francisco empezó su discurso ante el Parlamento Europeo, el 25 de noviembre de 2014, con estas palabras:

“Señor Presidente, Señoras y Señores Vicepresidentes,
Señoras y Señores Eurodiputados,
Trabajadores en los distintos ámbitos de este hemiciclo,
Queridos amigos


Les agradezco que me hayan invitado a tomar la palabra ante esta institución fundamental de la vida de la Unión Europea, y por la oportunidad que me ofrecen de dirigirme, a través de ustedes, a los más de quinientos millones de ciudadanos de los 28 Estados miembros a quienes representan. Agradezco particularmente a usted, Señor Presidente del Parlamento, las cordiales palabras de bienvenida que me ha dirigido en nombre de todos los miembros de la Asamblea.

Mi visita tiene lugar más de un cuarto de siglo después de la del Papa Juan Pablo II. Muchas cosas han cambiado desde entonces, en Europa y en todo el mundo. No existen los bloques contrapuestos que antes dividían el Continente en dos, y se está cumpliendo lentamente el deseo de que «Europa, dándose soberanamente instituciones libres, pueda un día ampliarse a las dimensiones que le han dado la geografía y aún más la historia».

Junto a una Unión Europea más amplia, existe un mundo más complejo y en rápido movimiento. Un mundo cada vez más interconectado y global, y, por eso, siempre menos «eurocéntrico». Sin embargo, una Unión más amplia, más influyente, parece ir acompañada de la imagen de una Europa un poco envejecida y reducida, que tiende a sentirse menos protagonista en un contexto que la contempla a menudo con distancia, desconfianza y, tal vez, con sospecha.

Al dirigirme hoy a ustedes desde mi vocación de Pastor, deseo enviar a todos los ciudadanos europeos un mensaje de esperanza y de aliento.”

Y concluye:

“Queridos Eurodiputados, ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana, de los valores inalienables; la Europa que abrace con valentía su pasado, y mire con confianza su futuro para vivir plenamente y con esperanza su presente. Ha llegado el momento de abandonar la idea de una Europa atemorizada y replegada sobre sí misma, para suscitar y promover una Europa protagonista, transmisora de ciencia, arte, música, valores humanos y también de fe. La Europa que contempla el cielo y persigue ideales; la Europa que mira y defiende y tutela al hombre; la Europa que camina sobre la tierra segura y firme, precioso punto de referencia para toda la humanidad.”



Después, el mismo día, el Papa Francisco pronunció un discurso ante el Consejo Europeo, que empezó así:

“Señor Secretario General, Señora Presidenta,
Excelencias, Señoras y Señores

Me alegra poder tomar la palabra en esta Convención que reúne una representación significativa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, de representantes de los países miembros, de los jueces del Tribunal Europeo de los derechos humanos, así como de las diversas Instituciones que componen el Consejo de Europa. En efecto, casi toda Europa está presente en esta aula, con sus pueblos, sus idiomas, sus expresiones culturales y religiosas, que constituyen la riqueza de este Continente.”

En un momento habla de los grandes retos del mundo:

“También hay numerosos retos del mundo contemporáneo que precisan estudio y un compromiso común, comenzando por la acogida  de los emigrantes, que necesitan antes que nada lo esencial para vivir, pero, sobre todo, que se les reconozca su dignidad como personas. Después tenemos todo el grave problema del trabajo, especialmente por los elevados niveles de desempleo juvenil que se produce en muchos países – una verdadera hipoteca para el futuro –,  pero también por la cuestión de la dignidad del trabajo.
Espero ardientemente que se instaure una nueva colaboración social y económica, libre de condicionamientos ideológicos, que sepa afrontar el mundo globalizado, manteniendo vivo el sentido de la solidaridad y de la caridad mutua, que tanto ha caracterizado el rostro de Europa, gracias a la generosa labor de cientos de hombres y mujeres –  algunos de los cuales la Iglesia Católica considera santos – que, a lo largo de los siglos, se han esforzado por desarrollar el Continente, tanto mediante la actividad empresarial como con obras educativas, asistenciales y de promoción humana. Estas últimas, sobre todo, son un punto de referencia importante para tantos pobres que viven en Europa. ¡Cuántos hay por nuestras calles! No sólo piden pan para el sustento, que es el más básico de los derechos, sino también redescubrir el valor de la propia vida, que la pobreza tiende a hacer olvidar, y recuperar la dignidad que el trabajo confiere.”


sábado, 15 de noviembre de 2014

Ayudas sociales. ¿Son ciertos los rumores?

El 21 de octubre, el Servicio Diocesano del Laicado de Vitoria-Gasteiz convocó una mesa redonda con el título Ayudas sociales ¿Son ciertos los rumores? en la que intervinieron Ramón Ibeas, de Caritas Vitoria, Gorka Moreno, de Ikuspegi, y Javier Villanueva, de CEAR – Erania.


Dado el interés de las intervenciones, recogemos aquí las tres ponencias, de forma individual:

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Entidades sociales de la Iglesia de Bizkaia defienden la RGI - Bizkaiko Eleizako erakunde sozialak DBEren alde

Ante el debate generado por la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), varias entidades sociales de la Iglesia de Bizkaia han elaborado una nota en la que defienden que la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) es una expresión de solidaridad de la población de Euskadi.

En la nota se apuesta por trabajar en la mejora, extensión y profundización de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), como del resto de herramientas que las políticas sociales en Euskadi,  lo que supone máxima prioridad la atención y el cuidado de quienes peor lo están pasando. Los firmantes expresan que no pueden aceptar la utilización de estereotipos, “estigmatizaciones ni alarmismos infundados en debates superficiales sobre las políticas sociales y la RGI” ya que estos debates generan separación, distancia, desconfianza, criminalización y miedo, especialmente hacia las personas, familias y grupos sociales que peor lo están pasando, y que “no aportan nada a la construcción de la sociedad por la que trabajamos día a día”.


(11 de Noviembre de 2014)


Diru-sarrerak Bermatzeko Errentaren (DBE) inguruan sortu dan eztabaida dala-eta, Bizkaiko Eleizako hainbat erakunde sozialek oharra kaleratu dabe Diru-sarrerak Bermatzeko Errenta (DBE) Euskal herritarren alkartasunaren adierazpentzat joz eta haren alde eginez.
Ohar horretan esaten danez, Diru-sarrerak Bermatzeko Errenta (DBE), eta Euskadiko politika sozialak garatzeko dagozan gainerako tresnak, hobetu, zabaldu eta sakondu egin behar dira, erabateko lehentasuna emonez txartoen dagozanen aldeko arreta eta zainketari.
Sinatzaileen esanetan, ez da onargarria estereotipoak erabiltea, “estigmatizatzea eta gizarte politikei eta DBEri buruzko azaleko eztabaidetan oinarritutako alarmak biztea”, eztabaida horreek banaketa, distantzia, mesfidantza, kriminalizazinoa eta bildurra eragiten dabezalako, batez be txartoen dagozan gizabanakoen, familien eta gizataldeen aurrean, eta “ez dabelako ezer laguntzen lortu gura dogun gizartea eregiteko egunez egun egiten dihardugun lanean”.

(2014ko azaroaren 11n)

viernes, 7 de noviembre de 2014

Pero ¿qué está pasando en la vida pública española?

Un artículo de José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete, Profesor de Moral Social Cristiana, Vitoria-Gasteiz.

Un apunte de urgencia, tan injusto al generalizar como cierto en la experiencia cotidiana, sería éste. La cultura de “lo público” no existe en la sociedad española; lo público se soporta y se padece; un paso más, y se sobreentiende que aprovecharse de “lo público” es lo normal. El concepto bien común no se reconoce y acepta como el de bien privado. El que reparte, se sobreentiende que se queda con la mejor parte. Todos lo haríamos, -se oye por doquier-. Así es imposible crear moral pública compartida. Nadie está educando en el respeto de lo público. Todas las instancias de la vida familiar y social estamos fallando en dar valor a lo público, y en ese magma, los administradores se embarran hasta el cuello. Son lo más osado, habilidoso y descreído entre el común que niega ese valor moral de lo público.

Una clave más. En todos los  lugares de Europa hay mucha competencia, pero en nuestra cultural social, para lograr algo, además de esa competencia leal, vale todo; las estrategias más irrespetuosas son parte del plan de ataque. La trampa es parte del juego. Del deporte ha saltado a la vida social en cuanto tal (o a la vez, no lo sé). Se acepta que todos lo harían, porque éste es un país de “listos” -se alega con orgullo- no de “mojigatos”, de “gente que sabe vivir” y “aprovechar para sí las ocasiones”. Esto se extiende hasta el infinito por todas las profesiones y la gente lo da por supuesto. Así, es muy difícil no crear una sima cultural para el bien público y común como algo tomado en serio.

Prosigo en la misma clave. El que manda está ahí, lo tiene casi todo a su alcance, y reclama de los subordinados su cuota parte de provecho y pleitesía. Se cuela en la política profesional gente muy servil y ególatra. Se extiende la idea de que es un juego de estrategias de poder del tú o yo, nosotros o vosotros. Así hasta hoy, sin límites claros en reglas y actitudes. El resultado y en general, una clase política “enfermiza” en su egolatría, muy ideologizada, conspiradora, sin capacidad de autocrítica y de denuncia hacia lo peor de entre ellos.

Por fin, último círculo, las estructuras de poder político democrático, tan frágiles, tan nutridas del pasado franquista, tan pilladas muchas autoridades y élites sociales por silencios mutuos que duran docenas de años, con tanto dinero alrededor, y partícipes no pocos de esa cultura pública tramposa –ser listos- la situación es una bomba de relojería. Desde el Rey (emérito) para abajo, buena parte de la clase política con alguna responsabilidad, por acción u omisión, está pillada. Los alevines de los partidos esperan lógicamente su oportunidad.

De acuerdo, no todos; muchos, tantos que vician al conjunto y lo pervierten sin remedio. El problema son ellos, sí, pero lo son en la cultura del desprecio de lo público, de la dignidad que vale en lo público, como vale en lo personal y familiar; y por ahí -cuando lo de todos no es de nadie y la trampa es parte del juego político (y social)- , nace una perversión que reglas, leyes y estructuras no consiguen contener. Hasta los intérpretes de las reglas y controles pierden la noción de la ética pública y son parte del decorado.

Urge aplicar las leyes con rigor y justicia, y urge defender una cultura de lo público y social sin trampas y como algo tan decisivo y “mío”, como mi propiedad, mi casa y mi conciencia.

Algo así 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas.

Intermón Oxfam ha hecho público el pasado 30 de octubre su informe “IGUALES: Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas”, que se puede ver aquí

(Rascacielos dominando chabolas)

El informe trata sobre la desigualdad creciente entre ricos y pobres en todo el mundo. Sobre España en particular dice Intermón Oxfam:

“España no es ajena a esta tendencia. En el último año las 20 personas más ricas de nuestro país incrementaron su fortuna en 15.450 millones de dólares, más de 1.760.000 dólares por hora, y poseen hoy tanto como el 30% más pobre de la población (casi 14 millones de personas). En la escala más alta, el 1% de los más ricos de España tienen tanto como el 70% de los ciudadanos y tan sólo 3 individuos acumulan una riqueza que duplica con creces la del 20% más pobre de la población. En su conjunto, las 20 mayores fortunas de España alcanzaron en marzo de este año una riqueza de 115.400 millones de dólares.”

El informe cita una encuesta en seis países (España, Brasil, India, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos) que revela que la mayoría de la población opina que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos. En España, 8 de cada 10 personas estaba de acuerdo con esta afirmación.

Al principio del informe se dan algunas reseñas de personajes ilustres sobre el informe, entre ellos Koffi Annan: “La creciente desigualdad entre ricos y pobres se encuentra en un punto de inflexión: o bien se consolida aún más, poniendo en peligro nuestros esfuerzos de reducción de la pobreza, o bien llevamos a cabo cambios concretos que nos permitan revertirla. Este valioso informe de Oxfam analiza los problemas provocados por la desigualdad extrema, así como las decisiones políticas que los Gobiernos pueden adoptar para construir un mundo más justo en el que todas las personas tengamos las mismas oportunidades. El presente informe es un llamamiento a la acción en favor del bien común. Debemos responder a él.”


Y el economista y Premio Nobel Joseph Stiglitz: La extrema desigualdad en términos de renta y riqueza que existe actualmente en gran parte del mundo es perjudicial para nuestra economía y nuestra sociedad, y socava nuestra política. Si bien esta situación debería preocuparnos a todos, lo cierto es que son las personas más pobres quienes más la sufren: no sólo sus vidas se ven afectadas por una gran inequidad, sino que también carecen, en gran medida, de igualdad de oportunidades. El informe de Oxfam nos recuerda, en un momento muy oportuno, que cualquier iniciativa que realmente pretenda erradicar la pobreza debe hacer frente a las decisiones sobre políticas públicas que generan y perpetúan la desigualdad.”