lunes, 5 de mayo de 2014

De la crisis a la evangelización


Nos referimos al interesante artículo con el mismo título publicado en el nº 257 de enero-marzo de 2014 de Iglesia Viva por Carlos García de Andoin.
 
En él hace un análisis de las respuestas dadas a la crisis desde la Conferencia Episcopal Española y, en contraposición a ella, de la aportación de los Obispos de la CAV y Navarra. Describe el cambio de rumbo que supone la Evangelii Gaudium de Francisco, para terminar con una serie de propuestas prácticas de interés de cara a una evangelización social más eficaz en el futuro.
“No (es) más que un elenco de posibles acciones. No se trata de sus­tituir la evangelización en la riqueza de sus dimensiones, no, pero si se trata de impulsar una evangelización social, más mesiánica, emancipadora y trans­formadora. El canto de María no se anda precisamente con paños calientes: ‘Él derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los ham­brientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos’ (Lc. 1, 52-53)”, termina el autor su informe.
Carlos García de Andoin resalta en su informe varios pasajes en negrilla. He aquí algunos de ellos:
El Plan Pastoral 2012-2016 aprobado después de cuatro años de crisis, pasa de puntillas por la economía y los impactos de la crisis, no sólo sociales y políticos, sino familiares y espirituales.
Un liderazgo eclesial a la altura de los desafíos de la crisis exige una Iglesia más encarnada en la sociedad, “una Iglesia en salida”, como dice el papa Francisco.
El papa Francisco reivindica el carácter social, estructural y político de la redención cristiana y consecuentemente de la evangelización.
La crisis financiera revela ‘una profunda crisis antropológica’: ¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. El becerro de oro. La idolatría del dinero es rechazo de Dios.
A lo que la Iglesia debe temer es a ‘encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos...’
La acción educativa de la Iglesia tiene una función insustituible, pero es necesaria toda la vigilancia para no acabar siendo el espacio reservado de las elites, amplificando las desigualdades.
El artículo completo se puede leer aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario